viernes, 18 de mayo de 2012

TREINTAÑEROS, ENTRE CHICO Y SEÑOR



Los treinta, esa década en que el ser humano sigue disfrutando del sufijo –añero pero se acerca peligrosamente al –enton. Y es que seamos conscientes queridos lectores, esta delicada década tiene muy confusa a la raza humana porque es una etapa de la vida en que los individuos se aferran con desesperación a la juventud intentando evitar el pensamiento de que los años pasan, y ¡ay por Dios, pasas de chico a señor!.

Se divide el colectivo de treintañeros en diversas tribus, pero para simplificar nos vamos a centrar en las dos más relevantes, “Treintañero niñato estilismo adolescente” y “Treintañero caballero cuando tu vas yo vengo”

El “treintañero niñato estilismo adolescente” se caracteriza principalmente por su vestimenta. Esta vestimenta es producto de un estudio de campo exhaustivo que realiza a partir de la observación de jóvenes adolescentes a la salida de los institutos y de la búsqueda sin descanso de nuevos bloggers de moda vintage, fashion y moderneo. Todo es poco para este incansable fashion victime de la juventud que encuentra en la moda teenager una formula infalible para sus cazas nocturas. No encontrarás jamás en su fondo de armario ningún ejemplar de mocasín, zápato de cordón o castellanos. El Treintañero niñato solo se calza unas buenas deportivas, el zapato es de viejunos.

Prenda imprescindible para cualquier treintañero niñato que se precie es una camiseta de Los Ramones, sin ella nunca serían aceptados por los de su especie y se verían desterrados al colectivo de puretas acoplados que van de jóvenes. Y los más atrevidos friky yeahs necesitan tener una amplia variedad de camisetas de varios colores con lemas diversos y absolutamente brillantes como ¡9 de cada 10 mujeres me recomiendan! o ¡no soy ginecólogo pero puedo echarte un vistazo! Y por supuesto la siempre deseada camiseta Sheldon Cooper ¡Bazinga!.

Los pantalones se pueden encontrar en diversos modelos aunque siempre, repito, siempre de tejido vaquero. Si tienen la suerte de tener unas deseadas patitas de alambre se decidirán por el modelo pitillo marcabulto, todo un clásico.

Los treintañeros niñatos son adolescentes con muchos años de experiencia, por eso nunca girarán la cabeza ante la exclamación, ¡perdone señor!, eso no va con ellos. Del mismo modo que no va con ellos el compromiso, como no podía ser de otra forma. El es el picaflor por excelencia, el encargado del adoctrinamiento erótico de la ignorante juventud, el cultureta de noche. Son seres absolutamente entregados a la sociedad y al progreso, son desinteresados y altruistas, sólo ofrecen su cuerpo para el aprendizaje y la cultura de las generaciones venideras.

Es por eso que sus lugares de reunión son locales multidisciplinares donde se mezclan todo tipo de manifestaciones artísticas y jóvenes veinteañeras avidas de descargar sus emociones fanáticas con músicos con ralla al lado y bigotito, raquíticos pseudofilosofos, djs con entradas y barriquita, infografístas con gafapasta…si, el treintañero niñato tiene su público, ejerce un magnetismo especial entre las jóvenes fácilmente impresionables con la verborrea de un joven maduro.

Tras invitar elegantemente a la jóven a su guarida contemporánea, llena de discos de vinilo, posters de emblemáticas películas como Blade Runner y Rocketier y una amplia colección de comics del Halcón Maltes y el Jueves amontonados en pilares, el Treintañero niñato comienza su cortejo precoito. Sus armas; beber una copa de vino mientras se visualizan videos en youtube de conciertos de Radio 3.  Magnificas bandas donde actores del panorama televisivo y del celuloide se han reconvertido al susurro melodico y al canto gutural amenizan la velada mientras el adolescente treintañero desarrolla varios extremidades superiores para explorar las turgentes carnes de su victima.

Describir el acto sexual no llevará más de una línea, BREVE. Igual que el león exhibe su melena con majestuosidad, embiste a su hembra con celeridad.

PRÓXIMA ENTREGA, EL TREINTAÑERO CABALLERO CUANDO TU VAS YO VENGO.

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