Describir al machito alfa como individuo no debe hacernos olvidar su comportamiento en manada. El ser humano, como ser gregario gusta de agruparse con especimenes de su misma condición, siendo está la más importante de las condiciones humanas, la que nos define como seres pensantes, LA ESTÉTICA,¡ las pintillas vaya!, el look.
Hoy nos dedicaremos a uno de los grupos mas fascinantes de la fauna ibérica, EL PIJO CON POLO.
Este varón sobredotado de inteligencia y carisma tiene como hábito la reunión con sus iguales en bares/piscolábis antes de comenzar la caza. Porque no confundamos, el llevar un polo Ralph Lauren y unos nauticos no les dota espontaneamente de un gusto exquisito por la buena comida y el gusto estético. Es por ello que adoran las reuniones en bares asépticos, tan sólo en decoración, que no en olores. El regusto a aceite requemado invade una atmósfera amenizada por un partido de liga y una siempre imprescindible máquina tragaperras. Una buena cena (dígase Pepito con todo o Hamburguesa especial) y unas cañitas, representan el momento de relax del cazador que se prepara y coge fuerzas para una noche agotadora.
En su ritual preparatorio los esplendidos cazadores discuten sobre la viabilidad o idoneidad de ciertas presas con el proposito de descubrir la pureza de su carne, su habilidad oral y sus dotes en la monta. Por lo general los ejemplares nuevos son los mas apreciados y por los que mas se compite, el trofeo es evidente, una buena tarde de domingo pavoneandose de la fabulosa expresión corporal de la femina en cuestión y del obvio parencesco de la misma con nuestros queridos animales de pocilga, vease guarra o cerda.
Los ejemplares mas viejos son la segunda opción, nunca despreciable porque suponen una apuesta segura para culminar una noche de sudores y jadeos. Por supuesto sus teléfonos nunca constan en ninguna de las agendas. Las presas en cuestión se localizan en habitats específicos a los que se acude en las horas de choped.
Gustan los Pijos con Polo de frecuentar Pubs con excelente música para bailar, estilo reageton, salsa, David Bisbal y Ay seu te pego. Contornean sus asombrosos cuerpos llenos de ritmo para atraer a las delicadas gacelas de noche que caen rendidas ante unos encantos dificiles de ignorar. Estas hermosas damiselas son la versión sin pene de sus semejantes. Poseen una dialectica muy desarrollada y un gusto mesurado por los maquillajes y los tintes del mercadona.
Sin embargo, como la naturaleza funciona por impulsos y los polos opuestos se atraen, el macho pijo estilo Hombre G se siente cegado por la belleza exótica de la moderna de mierda o la hippie irreverente. Un tatuaje, un piercing, una rasta....pervierte su razón ante el supuesto cliché que todas estas raritas son unas lobazas.
Después de un asedio de miradas y comentarios en grupo ante la hembra raruna, el machazo ataca. Y será por aquello de que a veces el hambre aprieta que la presa cae en la trampa.
El pijo con polo, monta a la rara, y satisfecho por su ÚNICO orgasmo conseguido (el de él, no el de ella), invita a su presa a dormir con la más que justa frase, ¡ahora tranquilita, que ya te he dado lo tuyo!
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